Como todos sabemos, el 2020 fue un año atípico, difícil, enmarcado en un contexto que nos enseñó a sobreponernos a situaciones realmente complejas.

En marzo, cuando todo estaba por comenzar, tuvimos que quedarnos en casa, extrañando la pelota, los amigos, los profes, el aroma a pasto y los partidos de fútbol. Pero nos supimos reinventar, seguimos con las actividades, a distancia, es verdad, pero logramos mantener los vínculos y continuar con la formación de futbolistas.

Los profes, los coordinadores, y cada uno de los profesionales que le dedican tiempo a los más pequeños entendieron que había que trabajar más duro que nunca para mantener la sonrisa y la ilusión de los chicos.

Pero no nos queremos olvidar de aquellos que tuvieron un rol determinante durante el 2020. Los papás, las mamás, las familias. Gracias a ellos por el esfuerzo, por su tiempo, por la dedicación, por ayudarnos a seguir trabajando junto a sus hijos a través de plataformas virtuales.

El 11 de noviembre nos volvimos a encontrar de forma presencial, y sin dudas fue lo más hermoso que nos pasó esta temporada; fue casi un mes y medio de entrenamientos que el pasado viernes han llegado a su fin. Hasta el 2021, cuando volvamos a reencontrarnos para, ojalá así sea, retomar las actividades con la mayor normalidad posible.

Fue un año muy especial, en el cual queremos destacar también la adaptación tanto de los chicos, como de los profes y de las familias.

Ahora llegó el momento de descansar y de aguardar la próxima temporada, pero los vamos a estar esperando con los brazos abiertos para seguir trabajando en busca de proyectos, objetivos y sueños.