Son parte de un proyecto que comenzó a principios de 2015 con Gustavo Gatti y que hoy tiene sus frutos. Que impulsó la Comisión Directiva anterior y mantuvo a rajatabla, doblando la apuesta, la nueva conducción con Wenceslao Méndez a la cabeza. La ilusión de ver con el correr de los años que los chicos que salgan de las inferiores puedan nutrir al prancel principal, empieza a verse cuando valores importantes de la Primera División local van encontrando su lugar, se rozan con los experimentados, son observados por Mauricio Giganti y tienen el premio a su esfuerzo y dedicación en un evento como este.

Nicolás Mollo, Sebastián Jaurena y Paulo Tello, vivirán desde adentro un momento único, el partido más trascendente de Alvarado, por lo que significa el rival, en mucho tiempo. El delantero, goleador de la Primera Local, es el más experimentado. Con 23 años (9 de marzo de 1995), hace un par de temporadas que trabaja junto al Federal y tuvo la oportunidad de concentrar y jugar varios partidos. Para los otros dos, será la primera vez junto al plantel superior. Sebastián Jaurena es un talentoso volante ofensivo o enganche de 19 años (22 de julio de 1999), que tiene mucha proyección, muchas virtudes y cosas para corregir que, cuando lo logre, será cosa seria. El más nuevito, es Paulo Tello que con apenas 18 años (nación en San Antonio de Areco el 30 de abril del 2000), en el mismo año tuvo la oportunidad de debutar en la Primera de la Liga Marplatense y, su nivel y solidez pese a su juventud, le permitió ganarse este lugar para la cita histórica ante Boca.

Es un premio y una responsabilidad para tres de los chicos que representarán a los cientos de todas las categorías que entrenan día a día en la Villa Deportiva y que sueñan con llegar a Primera División. Es el reconocimiento al trabajo y la obligación para superarse, para seguir entrenando de la misma manera y para saber que este es apenas el comienzo de una carrera que no tiene techo y que sólo depende de ellos ver a dónde puede llegar.