Arrancó la Era Noto
Alvarado retomó las prácticas y comenzó la pretemporada
07 de enero de 2017
La frase de Gustavo Noto en la presentación formal ante los jugadores fue clara: «A partir de ahora nos olvidamos de la palabra ascenso, nos olvidamos de todo lo que pasó, de todo lo que se habla, de todo lo que le hace mal al club. Acompañamos y apoyamos a estos dirigentes, pero acá adentro, el único objetivo que tenemos es puesta a punto». Así, con las cosas claras, dio inicio la pretemporada de Alvarado de cara a lo que será la Copa Argentina y el Nonagonal Sur del Torneo Federal A. Emanuel Urquiza fue el único refuerzo presente.
Pocas palabras y mucho trabajo. En el medio, motivación pura. Del preparador físico Emiliano Costa, del propio Noto, de Gonzalo Del Río y Osvaldo Nartallo, también muy activos, y de Aldo Suárez con los arqueros. Todo el cuerpo técnico a full, con el «Gordo Luis» yendo y viniendo con el agua en una tarde muy calurosa en la Villa Deportiva. A un costado, siguiendo todo de cerca, un gran grupo de dirigentes mostrando su compromiso y firmes luego de días que fueron muy dolorosos para todos. Encabezados por Pablo Mirón y Emiliano Montes, gran parte de la comisión directiva dijo presente en el comienzo de una nueva etapa.
Algunos trabajos de coordinación en el gimnasio divididos en grupos y a la cancha. Aparte, solo, con muchas ganas y una recuperación a conciencia, Ezequiel Ceballos hizo bicicleta y realizó el primer trote luego de la operación en la rodilla, que ya llegó al tercer mes. Mientras tanto, los 26 jugadores se dividieron en dos grupos y trabajaron. Unos en una mitad de la cancha n°2 en trabajos de circulación, sin arcos, mientras Beltramella y Barucco eran exigidos por Suárez. En la otra mitad, los movimientos terminaban con definición de los delanteros ante Álvarez y el juvenil Montes de Oca.
En la segunda parte de la práctica, se hicieron trabajos reducidos, intensos, con mucha movilidad y definición, mientras el otro grupo se sometía a algunos ejercicios aeróbicos con el «profe». Así, dos bloques para cada unos, hasta el pitazo final en 2 horas y media de entrenamiento.
Caras de cansancio pero satisfacción. Alvarado volvió a andar. Alvarado empezó a caminar el sueño de ascenso, pero eso quedará para más adelante. Ahora, en lo único que se piensa es en la «puesta a punto».