Dio la merienda en comedores barriales
Alvarado le da una mano a los que más lo necesitan
20 de agosto de 2015
Desde hace un tiempo, la Comisión Directiva encabezada por Pablo Mirón comenzó con una campaña de colaboración con comedores barriales de los distintos puntos de la ciudad, y en los últimos días fueron tres los que ya recibieron la leche y facturas donadas por el Club Alvarado para brindarle a los chicos que allí concurren. El Club CUCA del Barrio Libertad, la ONG «Ayudemos de Corazón» del Barrio 2 de Abril y la Escuela de Fútbol «Jesús Te Ama» del Barrio Pueyrredon, son los primeros en contar con esta ayuda.
La idea surgió apenas asumió la dirigencia y en cuanto se pudo poner en funcionamiento, comenzó. Primero se llevó a los chicos de diferentes barrios a ver los partidos del Federal A en el Minella, al cual muchos no conocían y se les ofreció una merienda durante el entretiempo. Pero no era todo, era el primer paso para lo que vendría, con un acompañamiento más constante y la colaboración en la semana, para los chicos que van a los diferentes clubes barriales a entrenar y luego toman una leche.
En el lapso de 10 días, ya fueron tres los comedores que recibieron la visita de Mario Badoza y Fabiana Lanzilotti, los que llevan adelante la coordinación de acción social del club. El primero fue el club CUCA del Barrio Libertad, donde una gran cantidad de chicos entrenan todos los días en Strobel y 196, y después reciben la merienda. Allí, disfrutaron de una leche chocolatada caliente y facturas, dibujando la sonrisa en cada uno de ellos.
La situación se repitió en la ONG «Ayudemos de Corazón» en el Barrio 2 de Abril, con chicos de todas las edades que encuentran en ese lugar su refugio, un espacio donde pasarla bien, compartir con amigos y sentirse contenidos.
Lo mismo en la Escuela de Fútbol «Jesús te Ama», en el Barrio Pueyrredon, que atraviesa un momento muy particular. Porque hasta hace poco la merienda se ofrecía en la sociedad de fomento, pero se produjo el cambio de autoridades y permanece cerrada, por lo que luego de entrenar, los chicos se trasaladan hasta la casa de uno de los profes.
Cuando se quiere ayudar, no hay nada que lo impida. Eso son lo que demuestran las personas que le ponen el corazón a cada uno de los clubes barriales o comedores que asisten y le dan una leche o plato de comida a los chicos de la zona. Así también lo entiende Alvarado, que tiene claro que no todo es fútbol, sino que está también para otra cosa. A los que van al club, darle la contención necesaria y que sirva para que los chicos no estén en la calle. A los que no tienen la oportunidad, que viven en los barrios más alejados, acercarle una mano, brindarle una posibilidad y que sepan que hay mucha gente que se preocupa por ellos.