Avanzó a cuartos de final
Alvarado, con el corazón y el tiro del final
08 de mayo de 2018
Fotos: Gentileza Pato Celano
No quería ir a los penales. No le alcanzaba con la buena experiencia ante San Jorge de Tucumán y sabía que podía ganarlo en los 90′. Por eso, más allá de haber conseguido el primer objetivo de igualar la serie, no sin trabajo, arrancando en desventaja, revirtiendo la historia, Alvarado siguió yendo, fue por más y tuvo el premio en el final, cuando Susvielles maniobró por izquierda y trató de patear al arco pero la pelota cruzaba el área, allá fue Wilson Albarracín al piso y la tapada de Canuto, el rebote del goleador y otra vez la reacción del «uno», hasta que el puntano metió el puntazo esquinado que desató la fiesta en el José María Minella y el 3 a 1 definitivo sobre Chaco For Ever que le dio el pasaje a la próxima instancia de playoffs de la Reválida, en busca del segundo ascenso a la Primera B Nacional.
Lo merecía Alvarado. Por aquel penal inexistente en Resistencia que le complicó la serie y por ser el único que intentó en el Minella, ante un rival que hizo la lógica, vino a jugar con el tiempo y la ventaja, a enfriar el partido, desesperar a los locales y golpear en la primera que le quedara. Y le salió perfecto, porque tras una media hora en la que no había pasado nada en ninguna de las dos áreas, Diego Magno desbordó por derecha y sacó el centro perfecto para el anticipo de Lucas Rivero que metió la palomita que cayó como un baldazo de agua fría para los más de 8 mil hinchas de Alvarado que brindaron un gran marco en el sector norte del estadio.
Sin embargo, lo que parecía ser el golpe de gracia de la visita, fue el despertador para Alvarado que se sintió afuera y reaccionó, vendió cara la eliminación y cambió drásticamente la cara. Empezó a ir por todos los medios y entre los 31′ del gol chaqueño y los 38′, generó más que en los 30′ iniciales. Litre llegó exigido a un pase largo y definió suave, permitiendo que Cabrera sacara sobre la línea; Erviti tiró demasiado alto un centro de Mantia; y el «10» no la pudo terminar de acomodar luego de que Susvielles se la bajara de cabeza y se la mandaron al córner. Pero ahí llegó la igualdad. El exIndependiente metió el centro fuerte, envenenado, que picó antes del hombre que estaba en el vértice, salió más rápido de lo habitual por la cancha mojada y Sciorilli no llegó a sacar el brazo, la pelota dio ahí y Esteban Nasier sancionó el penal que Joaquín Susvielles canjeó por gol y levantó definitivamente a la gente de cara al complemento.
Quedaban 45′ y Mauricio Giganti no esperó, mandó a Wilson Albarracín por Ezequiel Riera y le dejó toda la responsabilidad de la recuperación a Martín Palisi, el capitán, el pulpo, el mejor hombre de la tarde, que se multiplicó para robar pelotas y jugar siempre con el compañero mejor ubicado. Aquel gol del empate se sintió en el ánimo con el que salieron a jugar la segunda mitad, porque la postura era otra, Chaco más expectante y a la defensiva, contra un Alvarado con sed de más, por momentos sin claridad, pero con empuje para ir por triunfo que le permita igualar la serie. A los 11′, desniveló Litre por derecha y sacó el centro bajo, Albarracín amagó a dejar pasar para Susvielles y en una baldoza hizo un control perfecto para quedar de cara al gol, punteó fuerte, la reacción de Canuto fue brillante pero nada pudo hacer con el rebote que le quedó a Francisco Molina, la acomodó y le «rompió» el arco para el 2 a 1 que llevaba la definición a los penales.
Quedaba mucho por jugar y todo era dramatismo. Porque la visita no iba demasiado, pero tuvo algunas apariciones en ataque que generaron el sufrimiento. Las respuestas de Rago, una vez más, le dieron tranquilidad al «torito». Del otro lado, el ingreso de Ceballos le aportó claridad y desequilibrio, Molina era el más importante en ataque e hizo trabajar al arquero con un buen zurdazo esquinado. Pero la noche tenía preparada un lugar destacado para Wilson Albarracín. Apenas después que Nasier levantara la mano adicionando 5′, Susvielles se tiró a la izquierda, casi sobre la línea de fondo y ahí empezó a encarar hacia atrás y hacia dentro, cuando encontró ángulo sacó el derechazo que no tuvo dirección al arco, pero sí el imán del goleador que se tiró para empujar, Canuto tapó una vez, el puntazo otra vez fue sacado por el «uno» y la tercera fue la vencida. 3 a 1 y festejo alocado de todo Alvarado ante las protestas de Chaco For Ever por un supuesto offside, que las imágenes televisivas demuestran que no fue.
La última de la visita, en la desesperación, fue un pelotazo desde su propia área, con todos en el área de Rago que se adueñó, apareció en el aire y se quedó con la pelota del partido, con el triunfo, con la clasificación, con el sueño de Alvarado que está más vivo que nunca y ahora irá frente a Defensores de Belgrano, el domingo en el Minella y el miércoles 2 en Villa Ramallo, por un nuevo paso hacia la Primera B Nacional.
Síntesis
Alvarado (3): Juan Francisco Rago; Emanuel Urquiza, Federico Paulucci, Gastón Martínez y Tomás Mantia; Martín Palisi y Ezequiel Riera; Marcos Litre, Walter Erviti y Francisco Molina; Joaquín Susvielles. DT: Mauricio Giganti.
Cambios: ST 0′ Wilson Albarracín por Riera, 20′ Ezequiel Ceballos por Erviti y 25′ Matías Caro por Litre.
Chaco For Ever (1): Gastón Canuto; Jesús Calderón, Marcos Cabrera, Pablo Russo y Edgardo Díaz; Oscar Gómez y Osvaldo Young; Diego Magno, Sebastián Sciorilli y Walter De Souza; Lucas Rivero. DT: Luis Medero.
Cambios: ST 22′ Lisandro Alzugaray y Pablo Villalba Fretes por Sciorilli y De Souza.
Goles: PT 31′ Rivero (CFE), 38′ Susvielles, de penal (A); ST 11′ Molina (A) y 45′ Albarracín (A).
Árbitro: Esteban Nasier, de Chascomús.
Estadio: José María Minella.
Resto de la fecha
Sarmiento de Resistencia 0 (1) – Crucero del Norte 0 (0)
Unión de Sunchales 1 (1) – Deportivo Madryn 1 (3)
Sportivo Belgrano 2 (3) (4) – Gimnasia y Tiro 1 (3) (2)