César Vigevani, después de 16 años, pudo dirigir su primer partido oficial en el Fútbol Argentino. Lo hizo en el banco de Alvarado y en el empate 0-0 ante San Martín de San Juan.

Luego del partido, el entrenador señaló a los medios que «fueron sensaciones encontradas. Hasta que entré y vi todo el marco, no había hecho pie. Esa sensación que tuve siempre afuera, ahora la tuve acá con la familia en la tribuna».

Siempre comenzar una nueva etapa es complicado, pero Vigevani además tuvo que lidiar con todas esas emociones a flor de piel: «fueron 5 minutos llenos de emoción y de un lindo sentimiento, imborrable. No esperaba menos de la gente de Alvarado y es para aplaudir. No paró un segundo de alentar al equipo aun cuando no estábamos haciendo las cosas bien. Los extranjeros miraban cuando salieron; era un marco de Primera División».

Respecto del análisis del partido, el DT agregó que «es el comienzo de una etapa larga. Es nuestro segundo partido real que jugamos contra rivales de esta categoría. Sabíamos que nos faltaría funcionamiento, erramos un poco los caminos que planificamos para el partido y ahí se hizo cuesta arriba. Después estuvimos ansiosos y eso nos trajo imprecisión. Somos un equipo que tiene que jugar y si perdemos el juego, estamos sonados. Esto es largo y todavía hay cosas para corregir».

Sabe que todo forma parte de un proceso y se debe trabajar distintos aspectos para seguir mejorando: «primero juega la ansiedad del debut que nos hizo tomar malas decisiones cuando había espacio para jugar. En otro momento, no había espacios. Eso hizo que el partido entre en el juego que no nos conviene. No queríamos que pase hoy, pero son tomas de decisiones que tenemos que mejorar. La intención estuvo pero equivocamos los caminos».

Por último, apuntó al acompañamiento de los hinchas como otro factor fundamental: «les pido que no pierdan esa ilusión porque lo vamos a llevar juntos a Alvarado a pelear si tenemos ese marco. Es el primer partido, hay que corregir y creo que ha sido un comienzo, hay que mejorar».