Capacitación para nuestros Profes y DTs

El Departamento de Nutrición junto al área de Psicología, encabezados por Candelaria Abrines y Andrés Álvarez respectivamente, brindaron una capacitación al staff técnico y preparadores físicos de las categorías formativas del C.A. Alvarado.

Un equipo de profesionales dedicado a potenciar a nuestros jugadores y a educarlos en esas áreas que son imprescindibles para alcanzar el máximo rendimiento, tanto individual como grupal.

Se trata del proyecto que comenzó a fines de 2020 y que día a día incluye tanto al plantel de Primera Nacional como así también a las divisiones inferiores.

La idea de trabajar de forma interdisciplinaria conlleva el objetivo de profesionalizar a nuestros futbolistas: médicos, kinesiólogos, nutricionistas, psicólogos, profesores de educación física y directores técnicos, todos empleados de manera conjunta y conectada.
En este contexto, «existen dos conceptos de salud diferentes: el del alto rendimiento y el del fútbol formativo», explicó el Licenciado en Psicología Andrés Álvarez.

Por tal motivo, las áreas específicas brindan cotidianamente a los profesores aquellas herramientas que les permiten trabajar con el jugador de tal manera que ningún factor quede librado al azar.

«La contención y la atención a jugadores, la posibilidad de abrir un espacio con las familias para trabajar lo que se denomina Triángulo Deportivo —Jugador, Entrenador, Familia—, y la intervención interdisciplinaria junto al cuerpo médico o bien de forma individual son tareas que realizamos cotidianamente en este nuevo proyecto de formación y profesionalización de futbolistas», expresó el Lic. Álvarez.

La alimentación adecuada y el buen descanso son factores que sin dudas influyen a la hora de prevenir lesiones y de ir en busca de ser cada día más competitivo. Pero hay un concepto clave que el Dpto. de Psicología quiso remarcar: «Desechar variables externas para alcanzar el máximo rendimiento propio»; el cual hace referencia a que el jugador debe focalizarse en su propio accionar y no «echar culpas» a factores externos, para de esa manera trabajar sobre sus propias falencias y consecuentemente achicar al máximo posible el márgen de error.